¿Creatividad?

Mientras mis pupilas absorbían abundantes objetos multicolores con formas ovoides, triangulares, aerodinámicas y de demás tipos al mismo tiempo trataba de solucionar mis problemas existenciales, los cuales declaraban la guerra a mis emociones en medio de plena calle en la que un par de mortales circulaban en distintos rumbos y yo mientras tanto aplicaba el proceso de fotosíntesis solo que de forma no tan correcta ya que al inhalar el apestoso oxígeno contaminado lo volvía a exhalar sin conseguir ningún cambio.

Era otro día monótono y aburrido en el que me paso por la mente la palabra creatividad.

¿Creatividad? Pensaba cuando me llevaba a la boca una cuchara de sopa muy verde de verduras, era así que me sentía como una asesina en serie la cual de un bocado trituraba a los pobres vegetales que ya reposaban en mi estómago.

Me sentía tan arrepentida porque recordaba lo que había sucedido el otro día cuando accidentalmente mis dedos se posaron sobre espinas muy puntiagudas que provocaron así el atravesamiento y posterior sangrado de mi fina y blanca piel la cual ya se veía empapada de sangre tan roja como los pétalos de aquella rosa que quedó extendida en la fría tierra después de que la aniquilé debido a la rabia que me provocó. Pero no duró mucho tiempo ya que al rato entro al quirófano en el preciso instante en el que la puse en un vaso con agua para tratar de resucitarla de la manera más rápida que haya. Estuvo tres días en coma hasta que la infeliz marchita quedó depositada en el mismo lugar en el que en un pasado día por primera vez vio la luz de la vida y en el cual actualmente sus restos descansan en la oscuridad por culpa de mis violentas manos que la devastaron sin piedad.

Tanta preocupación reencarnada nuevamente en mi ser, aturdida por culpa de un individuo sin piel, sin ojos, sin manos, sin principios.

No podía hacer nada al respecto. ¿Creatividad? Nuevamente esa palabra invadía mis pensamientos. No sabía si buscar su significado en alguna enciclopedia o tratar de sentirla para comprobar su existencia.

Si tan solo en estos momentos la clonación estuviera vigente para dividirme en diez sujetos, resumir así mejor los problemas y aprovechar aun más la posibilidad que está acción genera.

Pero ni aunque haga rituales o invoque espíritus podría sumar mis ganancias o multiplicar mis deseos, dividir lo justo y restar mis miedos. ¿Creatividad?

Las imágenes que siempre guardo en mi mente como archivos clasificados empezaron a transcurrir ante mis ojos como una película de suspenso en la que ni desde el otro lado de la imaginación Sherlock Holmes hubiese podido resolver mis problemas, entonces sería el momento justo para reencarnarme en el mismísimo hombre invisible, y así sin ser descubierto emprender un viaje al centro de la tierra refugiarme ahí para siempre hasta un día perder el efecto de invisibilidad y que unos marcianos ya en aquel futuro encuentren mis fósiles y sean vendidos como chatarra espacial.

¡Que divague! Una vez mas me estaba desviando de la realidad y esa maldita rosa me acechaba nuevamente.

En mis pesadillas ya veía los anuncios en los periódicos que decían:

“Joven de 17 años acaba con la vida de la señora “Rosa del Tallo””

“El pasado día 14 de octubre alrededor de de las 5:00 PM un testigo anónimo por temor a represalias declaró la presencia de la joven Penélope Velásquez sobre la avenida España.

El testigo relata brevemente que la acusada poseía en las manos una podadoras con las manos cubiertas de sangre que delataban indudablemente la acción que acabo con la vida de la pobre inocente.

La culpable actualmente permanece fugitiva mientras los investigadores del suceso la buscan para tomar medidas.”

¡Que fastidio! ¡Ya no lo soportaba!

Fue entonces que sin pensar un segundo mas fui hasta el lugar en la que esta descansaba. La tome cuidadosamente y desde lo mas profundo de mi ser le dije:

“¡Maldita desgraciada! ¡Fuiste vos la responsable de este creativo texto que ahora termino sulfurada!.

Fin

Fabiola Sosa Torras